Precio: 15-20 € por persona.
Resumen: Comida mejicana casera a precio económico.
Hoy hablaré de un restaurante familiar de gran sencillez y cocina mejicana.
No es el clásico sitio de franquicia, la comida es casera, y se nota en cuanto la pruebas. El local es reducido y está decorado con multitud de detalles, lo cual crea un ambientillo informal y especial.
Abre todos los días para cenas, y jueves, viernes y fines de semana también dan comidas. El fin de semana hay dos turnos para cenar: a las nueve y a las once. Conviene reservar antes, ya que si no lo más probable es que no haya mesa.
La comida es abundante. Todos los platos pueden compartirse. Y un detalle importante: no es picante. Siempre sirven la salsa picante en un cuenco aparte.
En esta ocasión fuimos seis personas y pedimos los siguientes platos para compartir:
Nachos con guacamole y nachos con choriqueso (¡estos últimos están riquísimos!):
Un par de ensaladas de pollo y piña a la barbacoa:
Fajitas de ternera con guarnición de arroz y ensalada:
Nube (bomba de patata) rellena de setas y acompañada con aros de cebolla y ensalada:
Jericalla (cuajada y dulce de leche con nata):
Pastel de tres chocolates:
Y zumo de mango:
Para beber, margaritas, que están excelentes, en su punto justo de tequila.
No puedo terminar esta reseña sin mencionar a Rosario, la propietaria. Es una señora atenta y amabilísima, que hace que te sientas como en casa. Le encanta hablar con los clientes e invita siempre a un chupito.
La cuenta ascendió a 120€. Salimos a 20 € por persona. Estoy deseando volver.